Glosario global de RRHH
Entidad propia
¿Qué es una entidad propia?
Una entidad participada es una empresa o negocio que pertenece total o parcialmente a otra corporación, a menudo denominada empresa matriz. La propiedad puede variar desde una participación minoritaria hasta el control total, y estas entidades pueden operar en la misma industria que la empresa matriz o en campos relacionados, proporcionando beneficios estratégicos como la integración vertical o la diversificación.
Estructura y gestión de las entidades propias
Las entidades participadas suelen constituirse como filiales, empresas conjuntas o empresas asociadas, en función del grado de control y la naturaleza de la relación con la empresa matriz:
- Filiales: Empresa cuya participación mayoritaria o la totalidad del capital social está en manos de otra empresa, lo que da a la empresa matriz el control de sus operaciones.
- Empresas conjuntas: Formadas mediante la asociación entre dos o más empresas, en las que cada una posee participaciones pero ninguna tiene el control total.
- Filiales: Empresas que son propiedad de la empresa matriz en menos de un 50%, pero en las que la empresa matriz sigue teniendo una influencia significativa.
Ventajas estratégicas de las entidades propietarias
La propiedad de múltiples entidades permite a una empresa matriz:
- Ampliar el alcance del mercado: Acceda a nuevos mercados y bases de clientes sin necesidad de desarrollo inicial.
- Diversificar los riesgos: Repartir los riesgos empresariales entre varios mercados y líneas de productos.
- Mejorar la asignación de recursos: Optimizar el uso de los recursos en todo el grupo para lograr una eficiencia y rentabilidad más significativas.
Gobernanza y retos
La gobernanza eficaz de las entidades participadas implica:
- Alineación estratégica: Garantizar que la estrategia de la entidad se alinea con los objetivos empresariales generales de la empresa matriz.
- Cumplimiento normativo: Navegar por diferentes entornos normativos, especialmente en casos de filiales internacionales.
- Control del rendimiento: Revisión periódica de los resultados financieros y operativos con respecto a los valores de referencia establecidos.
Implicaciones de la propiedad
La propiedad de una entidad implica la responsabilidad no sólo de la inversión de capital, sino también de la integración en las normas operativas, las prácticas éticas y la cultura corporativa de la empresa matriz. Esta integración es crucial para mantener una identidad corporativa unificada y lograr beneficios sinérgicos.

Historias de clientes
Contenido experto
Guías de países
Ellos ya han ahorrado. Tú también puedes.



