Serbia es un país sin salida al mar de Europa central que limita con Hungría, Rumanía, Bulgaria, Macedonia del Norte, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Kosovo y Montenegro. El país está situado en la encrucijada de la Llanura Panónica y los Balcanes. Serbia tiene una economía de renta media-alta y negocia su adhesión a la UE desde 2014.
El salario mínimo ronda los 47.193 RSD al mes, y la semana laboral estándar es de 40 horas a 8 horas diarias. El trabajo en horas extraordinarias está regulado por los contratos de trabajo y tiene un máximo de 8 horas extraordinarias semanales.
Las trabajadoras embarazadas en su primer o segundo embarazo tienen derecho a una baja por maternidad y cuidado de hijos que comienza 28 días antes de la fecha prevista del parto y dura 1 año. La baja se retribuye con el salario íntegro (hasta 5 veces el salario mínimo). La baja puede durar hasta 3 años para el tercer embarazo o más, con el mismo régimen de compensación. Los trabajadores pueden disfrutar de un permiso de paternidad de 7 días, así como de un permiso por adopción.
Los trabajadores pueden disfrutar de una baja por enfermedad que se abona al 65 % de su salario durante el primer mes, y después el trabajador puede cobrar las prestaciones por enfermedad de la Caja del Seguro de Enfermedad.
En Serbia hay 12 días festivos, y los empleados tienen derecho a un mínimo de 20 días de vacaciones pagadas al año (que pueden aumentarse en función de la experiencia laboral y las condiciones). Los empleados también pueden optar a un permiso por duelo.
En Serbia no existe el despido voluntario y los despidos deben realizarse por causa justa, como dimisión, mala conducta u otras faltas laborales.
El periodo mínimo de preaviso es de 8 días y el máximo de 30 días. La duración del preaviso suele acordarse en el contrato de trabajo.
Los empleados despedidos pueden recibir una indemnización por despido, que normalmente se calcula como 1/3 del salario mensual del empleado por cada año de servicio.
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